Depusieron la huelga de hambre tras un acuerdo con el Gobierno. Permanecieron una semana en el yacimiento Chiflón del Diablo en protesta por la cancelación de planes de empleo.
En la negociación participaron las cuatro voceras de las manifestantes, la intendente de la Región del Bío Bío Jacqueline van Rysselberghe y el gobernador de Concepción, Carlos González.
Acordaron revisar los programas de cada municipalidad para ampliar los cupos de trabajo y, a partir del 1º de diciembre, se crearán dos mil empleos en las comunas de San Pedro de la Paz, Coronel, Lota y Curanilahue.
Tras el acrreglo, las mujeres salieron desde el interior de la mina en horas de la noche para, posteriormente, ser trasladadas a los hospitales de Lota y Coronel.
Ellas, junto con cerca de 9 mil personas, estaban contratadas por el Gobierno, por medio del Cuerpo Militar del Trabajo para labores de aseo y despeje de escombros. Se trata de un programa de empleos de emergencia creado luego del terremoto del 27 de febrero.
El yacimiento donde las 33 mujeres pretendían imitar a los mineros de Atacama fue el escenario de múltiples accidentes durante sus más de cien años de existencia. Hoy está inactivo y es parte de una ruta patrimonial turística.
